25/11/16

Zinc [25-11-16]


Zinc

Perteneciente a un grupo de micronutrientes que se encuentran en cantidades reducidas en algunos alimentos, el zinc es un elemento químico necesario para la salud, también en pequeñas dosis, pero su presencia en el organismo es fundamental.

Entre sus importantes funciones están: mejorar el sistema inmunológico, ya que contribuye en el correcto trabajo de las células que lo integran. Por lo tanto, cuando las personas poseen óptimos niveles de este mineral en su cuerpo, tienden a enfermar con menos frecuencia.

Asimismo, participa en la transferencia de ADN a nivel celular y hay estudios que abordan el éxito de su administración en pacientes con vih/sida, porque les aumenta su conteo de células protectoras CD4, explica el nutricionista Víctor Manuel Alfonso Mayén, coordinador académico de la Escuela de Nutrición de la Universidad Francisco Maroquín.

En vista de lo anterior, tiene un papel vital en el crecimiento de los niños, sobre todo en la etapa de uno a dos años de edad.

Es así como un pequeño con carencia de zinc, al recibir una adecuada suplementación, recupera su talla. Pero no significa que si se lo atiborra de este producto vaya a crecer más de lo normal, explica la máster en alimentación y nutrición, Alicia Avendaño de Dardón.

Por otra parte, ayuda a la percepción del sabor de los alimentos, de tal manera que cuando hay deficiencia del mismo, se produce desnutrición, ya que la gente deja de comer cuando no puede deleitarse con la comida.

Otros síntomas

Las personas que carecen de este elemento, más aún, quienes padecen enfermedades como cáncer, desnutrición o cirrosis, además de la pérdida de la captación del sabor, reacciones alérgicas y dermatitis, ya que el zinc tiene un papel específico en la barrera protectora que es la piel.

De Dardón indica que poseer las cantidades apropiadas de zinc en el organismo también depende del funcionamiento hepático, porque si el hígado está fallando, su absorción resulta afectada.

¿Cuánto se necesita?

Una persona logra absorber cinco miligramos de zinc al día, la cantidad que requiere para que su organismo funcione adecuadamente. Mientras, un niño necesita dos miligramos por 2.2 libras de peso al día, señala Mayén.

Este micronutriente se almacena en el hígado y los huesos, y aunque existen suplementos específicos para obtenerlo, no hay que automedicarse, porque el exceso puede causar trastornos gastrointestinales, y en el caso del abuso de éste por parte de embarazadas, problemas de nacimientos prematuros o niños con deformaciones.


Tome nota: Infórmese

Las reservas de zinc en el cuerpo disminuyen cuando se entra a períodos prolongados de ayuno o cuando se sufre de estrés metabólico debido a una enfermedad.

Los fitatos y oxalatos contenidos en los vegetales -también presentes en el té y café- atrapan al zinc y dificultan su absorción.

Es conveniente consumir productos de origen animal como leche y sus derivados que favorezcan su metabolismo.

Cuando las tuberías estaban revestidas con zinc, las partículas que de éstas se desprendían, pasaban al agua y era más fácil obtenerlo.

¿Dónde se encuentra?

Las principales fuentes de este elemento son: pescados y mariscos (crustáceos: cangrejos, camarones, almejas, jutes, conchas).

Carnes rojas, de res y cordero sin grasa; pollo, en especial los muslos y las patas.

Vísceras: hígado de ternera, riñones, mollejas, etc.

Cereales como el germen de trigo; frijoles, habas y nueces.

Multivitamínicos y suplementos protéicos también lo incluyen.

Las pastillas de zinc con distintas concentraciones las prescriben a nivel hospitalario para las deficiencias severas como en el caso de padecer vih/sida, cáncer, lupus, desnutrición.

La mejor manera de adquirirlo es a través de una dieta balanceada: carnes, cereales y vegetales frescos.

 

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