15/6/17

El balance energético, ¿culpable del fracaso en las dietas? [15-6-17]


El balance energético, ¿culpable del fracaso en las dietas?

El secreto no es contar las calorías, sino saber elegirlas. Por eso, basar una dieta de adelgazamiento en ingerir menos alimentos y dedicar largas horas en el gimnasio no es la solución más acertada si lo que se busca es perder peso y mantener los kilos a raya. Teniendo en cuenta que ahora hay más personas obesas que hace 30 años, ¿podría ser este planteamiento el error cometido por los regímenes dietéticos llevados hasta el momento?

En este sentido, la Dietista-Nutricionista Laura Saavedra Casanova, asesora en la clínica Psico Salud, asegura que la teoría del balance energético, que considera que todas las calorías son iguales, no tiene en cuenta la respuesta metabólica que tiene lugar en nuestro organismo en función del origen de estas: "Importa, y mucho, el origen de las calorías, casi tanto como su cantidad", insiste la experta. Sin embargo, la utilización de productos químicos no tendría por qué ser causa del aumento del sobrepeso. De hecho, Saavedra opina que las palabras 'natural, ecológico y sin conservantes' se utilizan para, explica, "demonizar a los alimentos convencionales, sin que haya ningún tipo de evidencia de que se sean perjudiciales para la salud, y mucho menos causantes de obesidad".

Pero, entonces, ¿es normal que el peso varíe durante las diferentes etapas de la vida? No exactamente. Como dice la experta, "Las grandes fluctuaciones de peso a lo largo de las diferentes etapas de la vida reflejan cambios en los hábitos, algo que no es recomendable, y que se debe evitar. De hecho, cualquier cambio en el estilo de vida debe realizarse de forma moderada y progresiva para que tenga éxito y se mantenga a largo plazo". Es decir, que el peso como parámetro aislado no es suficiente para valorar el estado nutricional de una persona. Lo importante, recuerda Saavedra, es valorar la composición corporal que determina ese peso, en porcentaje de grasa y masa muscular.

El aumento del sobrepeso no puede deberse solo a la aparición de nuevos productos en el mercado, ya que existen muchos más factores que influyen en la báscula: el estilo de vida, el estrés, la manera de divertirse, el concepto de comida rápida...Sobre esto, el Psicólogo clínico Sergio García Morilla considera que el mayor problema que presentan los hábitos alimenticios actuales es su relación con el placer: "Alimentarnos es un placer, una recompensa a los sentidos. No un mero mecanismo de supervivencia. Se ha desarrollado una industria que sabe que para vender un producto alimentario tienes que recompensar a la persona, lo de menos es el valor nutricional".

No obstante, García mantiene que esta relación tan conflictiva que guardamos con la comida es consecuencia del 'ambiente obesogénico' en el que vivimos. En otras palabras, de la sobreabundancia de alimentos y estímulos que nos incitan a consumirlos continuamente. Y lo peor, advierte, son las consecuencias psicosociales de la obesidad: "Las personas que la padecen son rechazadas y discriminadas, tienen más problemas emocionales y conductuales, y son más propensas a sufrir por su imagen corporal y a desarrollar trastornos de la personalidad".

Para estar sano y no subir de peso con los años no hay que comer menos. Hay que comer bien. Y para ello no hay que fijarse en la televisión, ni en la publicidad, ni en las cajas de los productos. La clave es elegir los alimentos, lo más frescos que sea posible, sin azúcares añadidos, y comerlos de manera racional, equilibrada y cuando se tenga hambre. Y, como dicen algunos, "No comas nada que tu abuela no comería".
 

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