20/1/17

Acelga: mal afamada, pero excelente aliada [20-1-17]


Acelga: mal afamada, pero excelente aliada

Altamente nutricionales y gastronómicas, las acelgas siempre han tenido fama de verduras insípidas, cuyo único uso en la cocina se reducía a las dietas hipocalóricas.

Destinadas a ser tristemente hervidas, las acelgas tienen muchísimas posibilidades gastronómicas, ya que nutricionalmente destacan, además de su bajísimo valor calórico (solo 20 kilocalorías por cada 100 gramos), por las apreciadas cantidades de vitamina A, B2, B1, C y E, ácido fólico y potasio, entre otros. La fibra también es destacable entre sus propiedades, el contenido en grasas es prácticamente inexistente y carecen de colesterol.


En Alemania, es una de las verduras más apreciadas, al igual que en Italia, Holanda y Suiza. Sin embargo, fueron los árabes quienes iniciaron su cultivo hacia el año 600 a. C.


Su valor nutricional

Aporta mayoritariamente agua y cantidades mucho menores de hidratos de carbono y proteínas, por lo que resulta poco energética, aunque constituye un alimento rico en vitaminas, sales minerales y fibra.

Tras la espinaca, es la verdura más rica en calcio, además de tener cantidades nada despreciables de magnesio. En cuanto a vitaminas, destaca la presencia de folatos, vitamina C y betacaroteno o provitamina A (el organismo la transforma en vitamina A a medida que la necesita). La acelga cruda contiene mucha más vitamina C que la cocida, por lo que en ensalada constituye una excelente fuente de esta vitamina.


En dietas de adelgazamiento, las acelgas simplemente hervidas, al vapor o salteadas con un poco de aceite de oliva forman un plato muy recomendable.

Por su excelente aporte de folatos, es un alimento imprescindible en la dieta de la mujer embarazada. La deficiencia de esta vitamina durante las primeras semanas de embarazo puede provocar malformaciones en el desarrollo del sistema nervioso del bebé. En ensaladas, el aporte de esta vitamina es mayor.

Por otra parte, las hojas presentan propiedades laxantes y diuréticas, lo que resulta beneficioso contra el estreñimiento, hemorroides, hipertensión y retención de líquidos.

Sin embargo, las acelgas contienen bastantes oxalatos. Por ello, deben consumirse con moderación en caso de cálculos biliares o litiasis renal.


A la hora de comprarlas, los ejemplares de mayor calidad son aquellos con hojas tersas, brillantes y de color verde uniforme (sin manchas), con tallos resistentes y de color blanco. Si las hojas son muy grandes y arrugadas, quiere decir que ya han florecido o están a punto de hacerlo, y esto hace que sus tallos desarrollen un sabor muy amargo.

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