4/1/07

Las grasas no son iguales *


Las autoridades de salud de Nueva York decidieron prohibir el uso de las grasas trans en los restaurantes de la ciudad.
Éstas son a veces difíciles de reconocer, pero son muy dañinas, ya que aumentan el colesterol malo y elevan el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Por eso se están tomando medidas para erradicarlas de la dieta de los estadounidenses.
La medida ha generado confusión, pues eran consideradas una alternativa adecuada a las de origen animal (saturadas) debido a que proceden de aceites vegetales. Pocas personas saben diferenciar una grasa trans de la que no lo es. Aquí tiene la explicación.
¿Qué son las grasas trans? Son ácidos grasos que se forman cuando los aceites vegetales (como el de girasol, o el conocido como de colza —canola—, entre otros) se someten a lo que se conoce como proceso de hidrogenación, que altera su estructura para prolongar su duración, dándoles más consistencia y acentuando su sabor. Hoy muchas empresas de comida rápida, repostería y panadería las usan en sus productos.
¿Por qué son perjudiciales para la salud? Porque además de aumentar el llamado colesterol malo o LDL (como lo hacen las grasas saturadas), disminuyen los niveles de colesterol bueno. Se considera que estas grasas son principalmente responsables de la formación de placas en las arterias.
¿Cómo se pueden identificar? Hay que fijarse en las etiquetas de la fábrica que indican que productos como aceite, mantequilla y margarina están libres de grasas trans (es decir, que contienen menos del 1%). Hoy existen muchos productos disponibles en el mercado.
Otra manera de reconocer estas grasas es por su contextura. En el caso de la margarina o mantequilla, se sabe que tienen menos grasas trans si son suaves y fáciles de untar.
A pesar de las diferencias aparentes, la mayoría de los estudios acerca del comportamiento de los bebés a la hora de dormir coinciden en que la clave es que los padres usen una estrategia y sean consistentes con ella. Tal vez usted está familiarizado con ciertos rituales que se siguen cuando va a dormir a sus hijos. Por ejemplo: darles un baño, leerles un cuento o darles un masaje. Según los expertos, esto sin duda ayuda a que los bebés y los niños pequeños desarrollen su habilidad para quedarse dormidos de forma independiente.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que no todas las estrategias funcionan para todos. Eso depende, ya que varía en cada caso, a veces, el niño presenta problemas para quedarse dormido, o se despierta varias veces durante la noche. Los expertos recomiendan en estos casos, analizar a la familia y sus hábitos para ver si hay algo que se pueda corregir. Este estudio se publicó en la revista Sleep.

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