31/1/17

Alcachofas, peras, ajos, cebollas, avena. [31-1-17]


Alcachofas, peras, ajos, cebollas, avena.

Una buena alimentación ayuda a mantener sano su hígado. Recuerde que este órgano es el más grande del cuerpo (pesa dos kilos en los adultos) y es el que elimina los residuos tóxicos y almacena los nutrientes que necesitamos para vivir. Si usted ya padece alguna enfermedad como hepatitis A, B, C o cirrosis, su dieta debe ser hipercalórica e hipoproteica. Es decir, baja en proteínas y alta en carbohidratos para facilitar la digestión e impedir que el hígado se esfuerce.
Coma muchas alcachofas

Son excelentes para lograr la regeneración del hígado. Al reducir el colesterol, permiten que este órgano se libere de un trabajo intenso. Cómalas crudas o en ensalada para aprovechar todas sus propiedades. Si las hierve, beba también el caldo. Las alcachofas al horno o a la brasa bañadas en aceite de oliva son muy deliciosas y benefician su organismo por el alto contenido de ácido oleico. Esta sustancia es beneficiosa porque aumenta el buen colesterol.

Las bondades de la pera

Las peras son ideales para los problemas del aparato digestivo, incluidos los que afectan al hígado. Su abundante fibra y bajo contenido en sodio le otorga un gran poder diurético. Además, esta fruta es rica en vitamina B y en azúcares fácilmente asimilables que ayudan al hígado. Coma al menos una pera al día y haga dulces o conservas para su familia.

No olvide al ajo y la cebolla

Prepare sopas y ensaladas con abundante ajo y cebolla. Ambos contienen el aminoácido arginina, que ayuda a regular las funciones hepáticas, a eliminar toxinas y facilita la digestión. Los espárragos y las lechugas también son aconsejables en estos casos.

Consuma avena todos los días

Una o dos cucharardas de avena al día le ayudarán a eliminar los residuos y toxinas de su organismo. La avena y los cereales integrales son recomendables en la recuperación de enfermedades hepáticas porque son ricos en hidratos de carbono. Además, tienen un valor proteico que puede sustituitr a la proteína animal.

Los antioxidantes ayudan

Son elementos que permitendisminuir el daño que ocasionan los radicales libres (resultado de la oxidación celular) en nuestro cuerpo. Las frutas y los vegetales son una buena fuente de antioxidantes. Los kiwis, naranjas, frutillas y acelgas no pueden faltar en su alimentación diaria.

Una dieta ligera y sana

Las frutas en puré, en jugo o cocidas son ideales para enfrentar las enfermedades del hígado. En cuanto a las carnes, prefiera las magras, el pollo sin piel y el pescado. Coma, además, muchas verduras cocinadas. Use aceite de oliva o girasol en sus ensaladas y evite cocinarlos. Lo importante es que su dieta está llena de alimentos fácilmente digeribles para impedir que el trabajo del hígado se recargue. La miel de abeja y la levadura de cerveza son buenos complementos.

Lo que debe evitar

El alchohol ataca a las células del hígado y produce a la larga cirrosis. No consuma grasa animal porque su digestión incrementa el trabajo del hígado y la producción de bilis. Evite, además, los chocolates, los lácteos enteros, productos muy condimentados o precocidos y las bebidas con gas. Es importante que no se exceda con la cantidad de alimentos que consume. Es preferible que coma pequeñas raciones al día.

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