28/4/17

¿Qué son las falsas vitaminas? [28-4-17]


¿Qué son las falsas vitaminas?

Vitamina F, coenzima Q10, colina e inositol se conocen en el ámbito de la nutrición como "falsas vitaminas o vitaminoides". Todas ellas poseen funciones determinantes en el organismo, sin embargo, no se pueden denominar vitaminas ya que no cumplen con los criterios necesarios para poder englobarlas como tales nutrientes. En el caso de la vitamina F, porque no se trata de una vitamina sino de ácidos grasos esenciales, y en el resto de vitaminoides, porque los produce el propio cuerpo, lo que significa que no son esenciales, algo que sí ocurre con las verdaderas vitaminas.


Vitamina F

Con esta confusa denominación también se les conoce a los ácidos grasos esenciales. Éstos nutrientes son ácidos grasos que el organismo no puede formar y que por tanto es necesario aportar a través de los alimentos. Los ácidos grasos que constituyen la vitamina F son los poliinsaturados, en los que se distinguen los ácidos grasos omega-3 y omega-6.

Los ácidos grasos omega-3 son el EPA, el DHA y el ácido linolénico; los dos primeros se encuentran principalmente en los pescados azules, mientras que el linolénico y el ácido graso de la familia omega-6; conocido como ácido linoleico, están presentes en los aceites de semillas y en los frutos secos.


Coenzima Q10

También conocida con el nombre de ubiquinona (nombre derivado de la palabra latina ubiquetat, que significa omnipresente), la coenzima Q10 está presente en todos los tejidos del organismo en diferentes proporciones. Los órganos que mayor cantidad de energía necesitan para poder trabajar, como el corazón y el hígado, son los que más coenzima Q10 contienen. Es un elemento imprescindible para la obtención de la energía y posee una importante acción antioxidante. De hecho, existe una gran similitud entre las propiedades antioxidantes de la vitamina E y las de la coenzima Q10.

Sus principales fuentes alimentarias son el pescado, los aceites de pescado, las nueces y las carnes.


Colina e inositol

La colina es muy similar en cuanto a sus características a las vitaminas del grupo B, sin embargo, no cumple con todos los criterios de su definición ya que no es esencial, es decir, se forma en el cuerpo, por lo que los alimentos no son el único modo de obtenerla. En concreto se sintetiza en el hígado y juega un papel importante en el metabolismo de las grasas y en la transmisión del impulso nervioso. Está presente en la yema de huevo, el hígado, la soja, la carne, la leche y los cacahuetes.

El inositol forma parte de los tejidos de todos los seres vivos. En los animales está presente en los fosfolípidos (grasas que contienen fósforo y que forman parte de nuestras células) y en los vegetales, su estructura está relacionada con la del ácido fítico, sustancia que es capaz de formar complejos con el calcio, el hierro y el cinc, limitando su absorción por el organismo y que se encuentra en la cubierta de los granos de cereales. Los alimentos que contienen inositol en cantidades destacadas son las frutas, las verduras, los cereales, las legumbres, las nueces y algunos órganos animales como hígado y corazón.

Ambos vitaminoides se producen en el cuerpo en cantidad suficiente para cubrir sus demandas, por lo que no resultaría necesaria la ingesta de suplementos de estas sustancias. En cualquier caso, a de ser el especialista quien decida si es necesaria o no la toma de éstos o de cualquier otro tipo de suplementos y su dosis.

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