Una nuevo comité consultivo acaba con las preocupaciones sobre una posible asociación con la enfermedad cardiaca
Por Ed Edelson
Reportero de Healthday
(FUENTES: William S. Harris, Ph.D., director, Metabolism and Nutrition Research Center, University of South Dakota Sanford School of Medicine, Sioux Falls, S.D.; Robert H. Eckel, M.D., professor, medicine, University of Colorado, Denver; Jan. 26, 2009, Circulation, online; Feb. 17, 2009, Circulation, print edition)
LUNES, 26 de enero (HealthDay News/Dr. Tango) -- Toda esa discusión en torno a si los ácidos grasos omega-6 encontrados en aceites vegetales, frutos secos y semillas son posiblemente malos para el corazón no tiene fundamentos, según sugiere un nuevo consejo consultivo científico de la American Heart Association.
"Es mucho lo que se ha hablado en el mundo de la nutrición en torno a si los ácidos grasos omega-6 son malos", dijo William S. Harris, el nutricionista que dirigió el comité que emitió el informe en la edición en línea del 26 de enero de la revista Circulation. "Decidimos evaluar este hecho, y si no era así, queríamos garantizar que el público estadounidense consumiera ácidos grasos omega-6 en cantidades suficientes".
El debate surgió debido a que el ácido araquidónico, un componente de los ácidos grasos omega-6, es un elemento fundamental en algunas moléculas relacionadas con la inflamación, y había temores de que pudiera incrementar el riesgo de enfermedad cardiaca.
"Esto refleja una comprensión más bien ingenua de la bioquímica", señaló Harris, que es director del Centro para la investigación del metabolismo y de la nutrición de la Facultad de medicina Sanford de la Universidad de Dakota del Sur. "Los ácidos grasos omega-6 elevan tanto los componentes proinflamatorios como antiinflamatorios. Decir que son malos porque producen componentes proinflamatorios ignora el hecho de que elevan también los componentes antiinflamatorios".
El principal componente de los ácidos grasos omega-6 es el ácido linoleico, que representa entre el 85 y 90 por ciento del total. Tanto el ácido linoleico como el ácido araquidónico elevan las moléculas proinflamatorias y antiinflamatorias, señaló el informe en la publicación.
El consejo señala que las personas deberían obtener al menos entre el 5 y el 10 por ciento de sus calorías de los ácidos grasos omega-6, que al igual que los ácidos grasos omega-3 encontrados en algunos pescados, son poliinsaturados. Estos PUFA, por la sigla en inglés de ácidos grasos poliinsaturados, juegan un papel crucial en el crecimiento y desarrollo, además tienen un valor protector si sustituyen las grasas saturadas que se pueden acumular en las arterias para formar placas que limitan el flujo sanguíneo.
El comité dirigido por Harris realizó un análisis durante dos años de más de dos docenas de estudios controlados y observacionales. Los estudios observacionales encontraron que las personas que consumían la mayor cantidad de ácidos grasos omega-3 tenían una menor incidencia de enfermedad cardiaca. En ensayos controlados, los participantes que fueron asignados a dietas ricas en ácidos grasos omega-6 tenían menos enfermedad cardiaca.
La ingesta diaria recomendada de ácidos grasos omega-6 oscila entre los 12 y 22 gramos al día, dependiendo de la edad, el género y el nivel de actividad física.
Harris dijo que cumple con estas directrices sin mucho esfuerzo. "Sigo básicamente la dieta estadounidense estándar", dijo. "Utilizo aderezo para ensalada, una de las fuentes más comunes de aceites vegetales, que tiene ácidos grasos omega-6 en sus formas más concentradas".
Los ácidos grasos omega-6 también se encuentran en muchos productos horneados y alimentos fritos en esos aceites. "Los frutos secos ofrecen una buena cantidad de omega-6, pero no todos los aceites", dijo Harris. "El aceite de canola y el de oliva son bajos en omega-6, pero el aceite de maíz es una buena fuente".
El Dr. Robert H. Eckel, profesor de medicina de la Universidad de Colorado y ex presidente de la American Heart Association, dijo que evita hablar de los porcentajes cuando se le pregunta por la ingesta de ácidos grasos omega-6.
"La mayoría de los pacientes no quieren oír hablar de porcentajes", dijo Eckel. "Hago énfasis en mantener una dieta saludable en general". Si le preguntan, Eckel señala que los aceites vegetales, los frutos secos y las semillas son una buena fuente de ácidos grasos omega-6.
"Se ha hablado mucho al respecto", dijo Eckel. "Estoy satisfecho de que la American Heart Association haya tomado la delantera y analizado la evidencia para detectar un efecto perjudicial, pero simplemente no se encontró. Eso tranquilizará a todos aquellos que disfrutan de los aceites vegetales como parte de una dieta saludable".
http://healthfinder.gov/
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